Ensayo

¿Dónde está el abismo?
Necesito un letrero que diga; Aquí, fin del universo.

Las estrellas dispersas y agrupadas en constelaciones, las nubes de mil colores y los agujeros negros en los que perderíamos desde la identidad, hasta la vida misma. Soy escéptica en la mitad de las cosas que me pertenecen y con aquello que no, también. Quisiera viajar en el tiempo o en el espacio con los ojos cerrados y a velocidades incalculables, para así, llegar a ese lugar; a ese punto especifico, que llamaré abismo.

Abismo; donde los sueños se hacen realidad, donde se acaban los conflictos, donde al final, literalmente, ya no queda nada.

Infinito es aquello que no es finito y viceversa.

No demos lugar a falsas dificultades. Ya me cansé de pensar y aun así no sé por dónde empezar, pues es difícil dar comienzo o fin a un tema como este, tan amplio, extraordinario y colosal… como lo es el universo.

Miremos atrás cuando no había proyectos, ni ondas, ni radios para trazar, miremos atrás cuando nuestros ancestros se conformaban con mirar hacia arriba y desear tocar la luna. Viajemos en el tiempo. Y ahora, en cuestión de un abrir y cerrar de ojos veamos todas esas teorías inmortales desvestidas ante los ojos de los sorprendentes avances tecnológicos. En el último siglo se ha dado un salto descomunal en la informática y en el desarrollo de nuevos y mejorados telescopios que nos permitirán entrar en una mejor relación con el universo, ahora realmente seremos parte él; como uno.

Me voy a dar la libertad de cuestionarme y responder a las preguntas de otros al mismo tiempo. Si hay otros planetas… no podemos dejar de lado a los marcianos, y a los jovianos... no podemos dejar de sorprendernos por las numerosas lunas de Júpiter o los pequeños planetas que aparecen de vez en cuando. Debe haber algo más de fondo. Algo que no alcancen nuestros ojos, ni nuestras maquinas. Aquello que solo se alcanza en sueños, debe ser real.

Considero necesitar un letrero que me diga Siga, aquí fin del universo. Para mí el universo es infinito a razón de que no podemos suponer ese final, aunque tal vez existe ¿quién dice que no?, pero ese desconocimiento forma una infinidad de posibilidades, como el infinito mismo, la no conclusión; o el que jamás podríamos llegar a conocer ese tanto, ese todo. Sin embargo, creo más en la infinidad de posibilidades, y por lo tanto del universo.