Mate

Ayer la opaca soledad se reveló en un día pobre y carente de complacencia, el presente quedo en el olvido mientras mi ojos recorrían letras carentes de sentido propio. Mis ojos reanimaban en mi cabeza momentos ajenos a una historia de dos; la mía y la de él.

Al parecer, todos, amantes del placer, hemos vivido entre mentiras fugaces, sin limites pares. Acá la retórica fatiga la matemática, acá... es mejor dejar el amor de lado. Y no mal interpreten mis palabras sin leerlas con cuidado o sin escucharlas al ser pronunciadas por mis labios que ahora tanto ancían tocar su piel.

La añoranza de un amor exquisito, me ha llevado a una inconsistencia nítida. Me he pasado la vida buscando algo que a lo mejor y jamas encontraré; la felicidad. Si, la pútrida felicidad que hace a mis manos incapaces de escribir una palabra más a falta de ella, la carencia de la misma que me produce dolores pasados al saber lo que fue de él, y es... aunque yo no quiera aceptarlo.

Algunas prefieren llamarle cobarde y hasta cabrón, de frente o a sus espaldas. Pero mis pupilas café no-tan-claro cargadas de ILUSIONES casi-tangibles dejan que la soledad que hoy por hoy, me da vida y me la quita... roce mi piel, caiga sobre mi pecho bloqueé todo impulso de excarcelarme de él... y de su elocuente vida.

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Publicado: 17.06.08