lelo

Es irónico.

Me encantaría acariciar una nube rosada, me fascinaría volar bajo el mar contigo. Cuando aprendas a valorar, se callaran los dioses y así, golearemos el arco iris juntos.

La mañana no olera a vainilla, ni a chocolate blanco de nuevo.

La física le ganó a la química.
Insuficientes; a falta de algo sublime.
Hoy: me alejo.


-Y si me quieres cerca no dudes en volver… seguiré viviendo en el quinto piso durante unos meses más, ya sabes donde.- le dije con la tristeza marcada en la mirada… aun sabiendo que no me veía.

Él, opto por callar y me supo a mierda su silencio, y así fue como rápidamente lo que construimos en unos cuantos meses se desmanteló entre lágrimas digitales, canciones a medio dedicar, pasos lentos y marcados… y una mirada perdida desde la terraza de su cuarto. (Aún me limito a imaginarle).

Inspiraste, suspiré y después de no contener mis últimas palabras, que la verdad en este preciso momento no recuerdo… todo se apagó.

Aún recuerdo cuando me pedías que no te dejara de lado aquella noche en que tu cabeza controlaba tus huecos y tus más inseguros pensamientos; no lo hice. Seguí a tu lado, de la única forma que me dejabas. Transmitiéndote ondas,… y no como las electrónicas que te llevan a donde no llegas, sino… ondas cargadas de partículas inconscientes de lo más puro que he llegado a sentir, por esa razón he decidido no titularlo de cierta-o-ninguna forma, pero sé que fue más que un sentimiento.

Y para evitar confusiones, hoy te escribo a ti, al que alguna vez suspiro por mí, al que una vez tembló por mí y al mismo que más de una vez, me mintió y ahora cobarde se esconde tras de un delirio de sombra característico mío; inolvidable.

Continuará