Regalo de un alma

Se sentó con cuidado, respiró profundo, exhaló y me regaló su alma. 
Ahora simplemente no puedo evitar regalarle mis lagrimas, pues ya que lo pienso dos veces 
un abrazo es la cuota inicial de un siempre.

Voy a seguir tus palabras; esos consejos indirectos que descaradamente decidí robarle al viento, a los años y al silencio sabio que se plasmó en tu frenética cordura. Voy a escribir con el corazón, porque la razón no es aliada de mis delirios y voy a hablar del amor, el punto de apoyo que mueve mi mundo. 

Sé que la literatura es importante pero no tanto como otros elementos de vida, esas las realidades tangibles; como la piel y lo que escribimos con el puño regando la tinta sobre las letras. Y la música.


Ahora me doy cuenta.
El tiempo es un pasillo que no tiene ni puertas ni ventanas, haciendo imposible nuestro escape. Es plano y silencioso para no hacerse notorio y así, hacerse tan leve que le resulta facil pasar por encima de nuestros sueños sin que siquiera lo notemos. 

Y el tiempo y el amor, van de la mano. 

Porque cuando uno se enamora se enamora sin permiso y en silencio; con cosquillas en la panza, sonrisas todo el tiempo, miradas que roban aliento, y elementos que en el momento, resultan inprescindibles.