Garras y colmillos

Seamos enemigos de la transformación del amor en algo inutil.

Ni garras, ni colmillos.

Quiero suponer sobre ti porque me das la oportunidad de desconocerte y disfrutar del silencio de tus ojos adormilados.  Sentir el devenir de las ideas desafiando lo imposible. Llegar a ti como humo entre los dedos, o tal vez, como una canción de esas que enceguecen.

- Permiteme.

- Adelante,

Que tus labios excitan en mi las cicatrices de lo prohibido. Que si cuento al reves se me hacen pateticos los segundos que colecciona el tiempo. Evitemos pensamientos y desangrarnos.

Tal vez la mejor reacción sea no reaccionar al respecto.

O tal vez.. Cellarte los ojos.

Se mi niño que vuela, sientate junto a mi a leer el directorio de tokio y busquemos personas con el mismo nombre, hablemos de puertas que bromean y discursos de los que aburren, de arboles que escuchan y de las historias que nos contarian ellos y las paredes.

Hablemos de estar afuera, seamos insolentes y volvamonos encantadores.

Ya no quiero ecos, ya no quiero estar dentro.