Me cuesta

Sin darme cuenta de las cosas, los recuerdos me persiguen quejandose a destiempo. No estoy segura de poder seguir arriesgando mis pensamientos habituales frente a cosas que ya muerieron, como las rosas azules, los monstruos en el closet y él. 

Quisiera poder. Disponer de mi cuerpo, de mis manos, de la delicadeza de la piel de mis mejillas y de la que cubre el resto de mi cuerpo y no conmoverme ante cada sombra oculta que se aparece fingiendo ser él. Intentando regalarme la luna, los besos, las caricias y las noches de ayer. Intentando devolverme los veranos en Venecia, las caídas desde el paraíso y glorias inventadas ante rescates heroicos que jamás existieron, como sus ojos.

Y es que es inevitable, y se me rompe la cabeza de ira cuando rasgo las hojas escritas con rabia. Pues ya no puedo dar un paso sin entregarlo todo, ni esperar de más, ni dar reversa al viento, ni oscurecerme junto con las tardes que llegan.

 

Que no se me reviente el mundo a gritos bajo la almohada, cada vez que me doy cuenta de que todo fue una mentira sin pudor. Cada vez que noto lo ingenua que fui... y

lo cobarde soy ahora, por no despegarme de lo que no sirve, 

pero no es que no quiera, es que... ME CUESTA.dejarlodelado.