-Recuerdo que las letras, los números y las palabras, se mezclaban
en nuestra piel con cada roce aparente. Sus gemidos se hacían tan altos que las figuras se distorsionaban en el aire haciendo los colores, vulnerables a mis oídos. -
Los colores del amor... déjame buscarlos en mi memoria.
Publicadas por Francesca Etiquetas: Respirame lentamenteEso fue lo único que escribió sobre mi, sobre la volatilidad de esa noche y el olor añejo de la hierba sobre la cual nos fundimos sin más. Sin dejar otro recuerdo, además de la falta de memoria y la vulnerabilidad ante el nirvana, que alcanzamos con tanta facilidad.
La excitación siempre era tangible a tal grado que las experiencias que en algún momento se coagularon sobre objetos minúsculos, pasaron a dibujarse como notas musicales, estrellándose contra geometría avanzada.
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Aquí estoy yo;
Sentada en medio de la noche celando a la luna que llora en silencio.
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