Odio a Larry, a Juan Carlos, a Luis, a Alexis, a Hernando y a todos aquellos cuyo nombre gracias a que la memoria se puso a mi favor, no logro recordar. Por suerte no pasaron tan cerca de mi vida como para terminar de destruir lo que años atrás derrumbaron sin advertirme. Por suerte, en la vida que elegí todo es aparente.. tan v i r t u a l, lleno de acuerdos tácitos y de simulaciones nada coherentes. TENGO MIEDO. Ojalá y esa parte de mi... se hubiera quedado de lado, pero no fui capaz con eso, ni con ellos, ni conmigo... ni con lo que vino después.
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Surgió una tarde sin nombre, con imagenes borrosas y tamales. Sí, tamales; los mismos que con repugnancia me alimentan esos días de diciembre que ojalá, no regresaran jamas. Diciembre no es el mejor mes para nada; ni para sonreír, ni para regalar, ni para dejar de lado los malos deseos o peleas toscas. Para mi no, porque desde muy pequeña, un ladrón de consciencias acabó con el corazón de una niña pequeña, quebró cada parte de esa ingenuidad que en tardes normales se escondía tras las flores encantadas, castillos color rosa y princesas entre nubes de azúcar.
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Apoderarse del corazón de alguien no es fácil, y menos si es el odio el que aparece para incorporarse de forma discreta en el. No me gusta el silencio. Es para aquellos que sin más, buscan desaparecer de la vida tras sombras de colores opacos, tras la arena dispersa entre las hojas secas, tras el humano débil. Y así no deben ser las cosas, aunque las cosas no deben ser ninguna forma. Todo duele. Duele el sin-sentido, la falta de valor, duelen los días grises y los domingos me hacen débil. Duelen los recuerdos ligados a tu piel bronceada y a ese cuerpo delgado, esquelético y casi consumido que viene a mi mente con el olor a madera fresca. Cuanto te odio aun sin saber tu nombre. Duele saber que en algún lado existes y que llegaste a mi vida para roer y no regresar jamás.
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No sé que es peor.
Si lo que hiciste o en lo que me convertiste. Hiciste de mi un pequeño ser de sentimientos crudos e intentos de placer ficticio, me convertiste en alguien/algo para odiar.
Años después;
Cruda por dentro deterioro lo que tengo a mis pies, deformando lo único que a muchos les queda: el corazón.

4 buscandome:
Uff!!!!! creo que me diste justo en la herida... ja... ironías no???
Pero bien... lo malo, peque... los domingos nunca dejan de doler y las imagenes siguen acechando los sueños... el miedo siempre sigue latente y a la larga después de tantos años sigues siendo la suma de lo vivido... sigues destuyendo cada cosa con tocarla.
Lo bueno, respirar es un reflejo innato y no se necesita mucho esfuerzo para seguir haciendolo (aún cuando a veces yo lo olvido)... todo aquello que no toca tu corazón, no te puede hacer daño y después de eso sueles dejar el corazón en casa... jugar se vuelve un hobbie y te haces experta... a pesar de todo los sueños siguen siendo en colores; nadie puede arrancarnos los sueños... y siempre estaré yo... sabiendo que sientes.
Tu vida es un reflejo... mi vida la imagén al otro lado y visceversa...
Te re kero
Desistí peque... desistí y no fue por miedo... talvez por que aún guardo amor por alguién en mi...
Tal vez por amor propio...
Qué intenso es todo eso...apunto y disparo contra todo aquello que ha hecho rodar lágrimas en mí. POr favor, nena...da vuelta esa página, deseo verte sonreir...
Desaparecer... cual iluso ilusionista.
Te kero, peque, siempre y bien...
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