S-iete

Es que tu sabor, es único. Ese sabor que mis labios delgados no se atreven a probar por temor a las consecuencias y a los cambios que las distintas sensaciones puedan provocar en mi... y sí, lo sé, soy una bebé.



Y la combinación de tu olor y sus números con el del viento; con el del aguardiente seco y el papel mojado, y el recuerdo de cada palabra corta, de cada mirada, de cada primer plano, de cada acercamiento y espacio prohibido abarcado.


No te aproveches pequeño; mis sentidos son vulnerables a cada silencio oportuno y a cada palabra de más, no sé si ya te dije que cuando no me cohibo es porque siento demasiado, o que cuando lloro lo hago en silencio.


Me encantaría sacarte a la fuerza los pensamientos más inesperados, y sentir tus nervios colapsar detrás de esa voz tan sexy, la misma que me produce justo detrás del oído derecho, cosas indescriptibles. Ahora el deseo que invade tu cabeza, hace vibrar mi cuerpo.


Eres tan adictivo como el chocolate mezclado con vainilla, cómo los momentos en que el deseo nos invade.
Regalame tus manos y tus besos, tus caricias y tus labios; que lo material y lo inmaterial se fusionen. Que nada de esto sea cierto.

Regalame un sueño.

Leerte y soñar con tu voz. Jueputa, en serio me encanta(s).



Imaginarme cada momento que no ha pasado y todo lo que podría pasar, pero ahora es el momento en el que pido disculpas y escapo a lo que soy, a lo que siento.

Me tengo que ocultar, cohibirme; y no dejar que el deseo y la locura que respiran mis neuronas, me hagan actuar haciendo lo mismo de siempre; poner la pasión por encima de la razón, y el corazón por encima de.. por encima de.


El miedo se acumula.


Pregunta: que sientes?
Respuesta: averigualo.