- Melissa!, y tú?
- Decíme Gabriel.
Bailamos unas cuantas canciones, nos hechamos unos tragos; antisépticos de des-ilusiones.
-Voy por un trago -le dije.
-Te espero en la plasha? -Me preguntó con una sonrisa que enmarcaba su rostro y me tallaba la piel.
-Tan solo devolví la mirada lentamente, y el supo lo que por mis pensamientos discurría.
Y allí ya fue otro cuento. Las olas seduciendo al viento, y el viento rozando mi piel; sus mejillas. Hablamos de todo un poco, las minas, lo pibes, la droga cautivando emociones y de las Colombianas que besamos muy bien... me decía.
"He chupado demasiado", ya el alcohol hervía en su sangre y mi cuerpo no carecía del mismo, era evidente.. al igual que lo- que-él provocaba en mi.
Dermis, pupilas,
y pies descalzos sobre la arena.
- La luuuna, mirá la luna no es preciosa? - Me decía, y me fascinaba. Cada letra era un promesa, cada palabra una vida.
Entre polvo y caracoles me prometió sus sueños, me regaló fonemas, vio las estrellas en mi mirada. Me congeló un suspiro y exhaló conmigo. Tiramos una lágrima, reímos juntos. Nos ahogamos en bostezos y dormimos con los dioses.
6:17am
- Te ves hermosa mientras dormís
- qué? ya es de día! me tengo que ir..
2 buscandome:
Encantadora como siempre Meli...
Caracol en el mar de la tranquilidad.
Es como re-vivir... ¿No crees?
Te kiero y te extraño peque...
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