Seguimos hundiendonos

Anoche soñé con la indiferencia de tus ojos y con la insensibilidad de tu mirada.

.

.

Era noche... como siempre cuando mi cabeza vuela y sueño despierta. Me asomaba por el balcón para ver que tan alto había llegado en mi nada-fructuosa-vida y fue desde allí donde todo comenzó.

.

.

Fue cuando volví la mirada hacia mi cama y allí estabas tendido como si esperaras algo de mi, algo que siempre esperaste; amor. (no te diste cuenta, que te lo di de sobra)

.

.

Siempre deseo de por medio. Hacer el amor, daba igual. Todo terminaría en la misma explosión de sensaciones inútiles de dos cuerpos impuros. Todo terminaría en una cama fría que ardía en desprecio. Todo terminaría con un "me voy" seco como mis labios al besarte, para llegar a mi casa, correr inmediatamente a la ducha y sacarme toda sobra de tu cuerpo que hubiera quedado atada al mio.

.

.

Y en días como hoy cuando el sol se hace oscuro y la niebla rodea mi rostro te escribo sin ser yo la que escribe sino aquella que no olvida. La que aún se ata a recuerdos estériles y vacíos, la que confió y esperó mas de lo que podías dar. La que en noches como esta te piensa hasta que su cabeza se rinde. La que extraña los martes y no olvida los viernes.

.

.

La que afortunadamente ya no te necesita.

.

Y si, aún así te escribo sin explicación alguna... sin justificaciones de por medio.

.

.

Ojalá todo fuera mas fácil, y tu... diferente.