Mària.

Me la paso evocando el pasado.



Carlos y Yolanda.
1985.


El calor del verano no solo hacia estragos en los árboles desnudos ante el sol, también se respiraba aire seco y así se cortaba el resuello de dos jóvenes amantes.



Yolandita; siempre tan delicada y dedicada a sus cosas... su familia y Dios por encima de todo. Su pelo castaño y ondulado hasta la cintura. Una sonrisa resplandeciente.

Saludar de mano y despedirse de beso o lo intelectual que llegaba a verse tras sus lentes grises su mirada de cristal.


Carlitos; a sus 21 años la juventud opacaba lo que en un futuro llegaría a ser.




Siempre he sido muy predecible... seguramente ya saben en que terminará la historia. Siempre amor, siempre desamor. Igual y mi vida es un ciclo, un circulo vicioso que no deberia existir.


Pedro y Yolandita.

1978.



Soñar con una vida que no era la suya; con un matrimonio en Italia o en Viña del Mar. Los hijos que no vinieron, las oportunidades que se perdieron.

Relaciones pasajeras pero personas que ni el corazón ni la razón niegan.

El rumbo que marcó vidas disconformes dejando todo en recuerdos de llamadas al despertar, a la mitad del día y antes de dormir. Dejando todo en visitas los viernes por la tarde y en salidas los sábados por la noche. Dejando todo en caricias, perdones y recuerdos... solo eso.



-Todo quedó en un gélido beso de despedida al otro lado de la linea-. Y era martes.



3:42pm; en la mesa auxiliar suena un teléfono beige.

- Yolanda?

- Peedro!

- Necesito hablar contigo.

- Si... dime

- No, por acá no.

- dale, dime.

- Me voy para Italia y sé que no regreso.



Y si, todo quedó en una despedida sin adiós y mil anhelos enterrados. Esas mierdas siempre pasan. Lo que se quiere, lo que se sueña, paila. Hasta ahí.



1989

Las murallas de Cartagena.

Carlos y Yolanda.



- Carlooos, carajo! donde estabas?

- caviló y calló.

- Carlos..

- subió la mirada - Casate conmigo hermosa.


(..)



1992. Historias en las que expirar no es el final.

Una nueva ilusión, esperanza, encanto.
Mària. Ahí estas tu.

Mujer; y si no existieras, estar y ahora no valdrían la pena.


2008

Conversaciones casi palpables.


- Cuando te digo que entregar el corazón no sirve, lo digo en serio.

- Rooja no puedes ser así de cruel.

- No, no sirve pa' ni mierda.

- argh.


Mujer; y si no existieras...


- Pero Mária no te pongas brava.

- No y es que ahora se pierde toda Semana Santa.

- pues.. comparte-me.

- no marica es que usted no entiende.

- La quiero muucho.


Mujer; y si no existieras.

Tu cordura con mi anarquía intelectual... no serían lo mismo.





Si no existieras... en días como hoy.

Estoy segura.

Te inventaria.

4 buscandome:

MÀria dijo...

Gracias :)


No te imaginas el desparche de hoy, no existías...


Love u <3 (jaja)

Anónimo dijo...

WOW!! Meli, de verdad esto es...
es...
uff!! No tengo palabras, es demasiado.

El tiempo siempre hace lo mismo...

Sacrificamos lo que más queremos, por lo ¿correcto? ¿Será esa la palabra exacta?

Anónimo dijo...

mas que correcto, lo que toca. nO?

Anónimo dijo...

Si probablemente... lo malo, por que realmente es malo... como una carga constante, es que siempre esta en nuestra manos elegir "lo que nos toca"

Besos, melita.

Mi foto
Bucaramanga, Santander, Colombia

Aquí estoy yo;

Sentada en medio de la noche celando a la luna que llora en silencio.


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