Como la primera vez

Le pedí al mundo que dejara de girar… que hiciera eterna esta noche

-Mi mundo también se detuvo cuando te vi, cuando tus reflejos embriagados te dejaron a un centímetro de mi boca… también sentí el vacío bajo mis pies.
-Entonces yo te amé primero.
-Pero yo te amé más… desde el principio… -dijo parado en el borde de la puerta, mientras me observa y sonríe.-
-Marcelo, no seas infantil, eso no puedes saberlo.- Te miro de reojo… Me parece increíble estar aquí contigo después de tanto tiempo.
Sí, todo parecía desaparecer a tu lado, pero yo nunca tomo las mejores decisiones. Por eso esta vez te deje decidir… para no volver a perderte.
Suena Rata Blanca y su mujer amante… Siempre suena esa canción y aún no sé como lo haces.
Tu voz en mi oído, me sobresalta (Y tu juego me perturba)

-¿Te gusta Rata Blanca?
-Si (Pero puedo jugarlo)
-“Ella” es una buena opción…
-¿Hoy es a pedido del público?
-No, sólo era una sugerencia.
-Bromeaba, también me parece una buena opción…
-Marcelo, mucho gusto- Y me extendiste la mano.
-Alejandra- Tomé tu mano y sentí eso que llaman química.
-Alejandra, es un lindo nombre… ¿Quieres bailar?
-Encantada, pero ojo… modificaste el parlamento.
-Lo perfeccioné. Debes saber que si yo escribiera las líneas de mi vida, ese día hubiéramos bailado, como ahora.
¨
Bailamos en silencio, tus ojos hipnotizando los míos, nuestra ofrenda para esa mujer amante, que descubriste hace mil noches, en ese hotel de Santiago.
De pronto te desprendiste de mi cuerpo, tomaste mi mano y me llevaste hasta la cama. Desarticulada por la carencia de tu cuerpo me deje conducir. No, no había sonrisas, ni palabras… Tensa pasión silenciosa en el aire… como la primera vez.

Sentada en el borde de la cama, tus piernas entre mis piernas… tus manos fuertes y rápidas bajando el cierre de mi vestido. Tus dedos acariciando mi espalda, mientras bajas suave por ella; tu boca al borde de mi boca, mis sentidos exaltados y tu pregunta, imitando la voz de mi conciencia:

-¿Qué estas haciendo, Ale?
-Sólo lo que quiero hacer: AMARTE.

Y tu beso me obligo a callar y tu cuerpo se inclino para obligar al mío a recostarse.
Vuelvo a perder la razón, sólo tengo conciencia de la yema de tus dedos deslizándose por mi piel, mientras me quitas el vestido y de tus piernas separando mis piernas y claro, del calor creciente en mis entrañas.
Nuevamente tu beso suave, cálido, fuerte… borrando los contornos de mis pensamientos, de mis deseos. Tu boca y tu lengua bajando por mi cuello, tus manos deshaciéndose de mi ropa interior, para abrirle paso a tus besos, que se detienen a jugar en mi pecho… mientras tu mano busca entre mis piernas el calor, la humedad; que te pertenecen por que tu eres quién las despierta.

Mi mente se nubla, he perdido el control, la voluntad… he perdido la razón.

-¿Me quieres dentro de ti?
-Para siempre.
-¿En serio? ¿"Para siempre" puede ser mucho tiempo?
-Odio que cites mis palabras, pero es en serio.
-Déjame saborearte primero.

Y tu boca que no se detiene, hasta llegar a mi dulce infierno… Tu boca que me estremece al límite, bordeando la locura

-¿Qué es esto?- Te pregunto con voz entrecortada- ¿La vida o la muerte?
-Tú elijes, amor.
-La vida, elijo sentir la intensidad que me regalas.

Y suavemente entras en mí, al fin. La locura se desata en su máxima expresión, mi mente en blanco, volando con tus alas… mis gemidos, tus susurros… El temblor de mi cuerpo, tus embestidas, las caricias, los besos… Toda la noche, todo estallando al unísono. Todo estallando.

Ya casi es de mañana y tu cuerpo me busca, me abraza… Te miro y siento el amor emanando de mi mirada, sonrío.

-¿Cómo me dijiste que era tu nombre?- Preguntas y ríes.
-¡Auch! Jugaste sucio, esas son mis palabras.
-Astucia- Respondes y tu risa me contagia.
-¿Quieres que te lo recuerde?

Me miras complice y expectante:
-Ok.
-Pero te advierto que no podrás olvidarlo nunca más… Dime Marcelo, ¿te arriesgas?
-Me arriesgo- Respondes, pero ya lo sabes.

Mi boca es la que te besa ahora y baja por tu piel, saborea tu piel… directo hacia tu infierno.

Conozco esa sonrisa… por supuesto. Como tú conoces mi nombre, como yo sé cuanto me amas.

5 buscandome:

Anónimo dijo...

Gracias, gracias, gracias...
Mil gracias...
Él te manda un besote, yo mi cariño incondicional.
Y mil abrazos...

Sabes? Lo más increíble de todo es que el mundo realmente deja de girar...

Anónimo dijo...

me encantas!!

Morx dijo...

El mundo no deja de girar, es la vida la que se detiene, observa, toma nota y no olvida...

Anónimo dijo...

Te equivocas morx, lamento decir que te equivocas... el mundo se detiene y entonces, sólo entonces vivo plenamente.

Cariños...

Lilo dijo...

Hoy lo releí y me dio pena...

Amar es todo un tema, amiga y nunca dejas de sentir del todo

Mi foto
Bucaramanga, Santander, Colombia

Aquí estoy yo;

Sentada en medio de la noche celando a la luna que llora en silencio.


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